El trabajo significa algo distinto para cada generación, y son influenciadas de diferente forma por la tecnología. Es importante entender la visión de cada una para poder comprenderlas a todas y armonizarlas en la oficina.
Se está hablado mucho de las diferentes generaciones (tradicionalistas, boomers, X y Y), así como de sus motivadores. Sus diferencias resaltan en la oficina, donde el trabajo se entiende de diferente forma de acuerdo con los años en que nacieron quienes ocupan los puestos de trabajo.
Aquellos que nacieron antes de 1945, los tradicionalistas, ahora están llevando a cabo funciones de consejeros. Los baby boomers, nacidos entre 1946 y 1964, son la generación más grande que ha tenido la historia y actualmente mayormente ejercen en puestos directivos. La generación X, que nació entre 1965 y 1980, está tanto en puestos gerenciales como directivos. Y la generación Y (también llamados millennials, nacieron después de 1980 y están ascendiendo en la escalera corporativa.
La comunicación suele ser diferente entre estas generaciones, como sucede en el siguiente caso:
Juan (cliente boomer): Lic. Mónica, me plantó su analista Rubén, ayer.
Mónica (gerente generación X): No lo puedo creer. Se me hace raro. Voy a investigar.
Rubén (analista generación Y): ¡Cómo crees, Mony! No lo planté, le cancelé por Whats.
De la conversación a las redes sociales
La comunicación es el elemento más importante y difícil de lograr en el trabajo, y se complica más debido a que actualmente interactúan cuatro generaciones, influenciadas de diferente forma por la tecnología. El correo electrónico, el celular, la mensajería instantánea y la redes sociales no han sido parte de la vida cotidiana de las generaciones mayores. Tradicionalistas y boomers buscan aprender y adaptarse, pero están acostumbrados a la conversación, a un calendario de actividades fijo y a juntas presenciales; en suma, a más contacto personal. Consideran una falta de cortesía una cancelación por otro medio que no sea en persona o telefónico. Esto no es problema para los millennials, quienes reagendan citas para cualquier otra ocasión, desde cualquier medio electrónico, hasta por medio de las redes sociales y a cualquier hora.
Juan (cliente boomer): Lic. Mónica, ayer fui a su oficina; no tuve el gusto de verla, pero me percaté de que Rubén, su analista, se pasa el día perdiendo el tiempo con el celular.
Mónica (gerente generación X): ¡Qué barbaridad!, no puedo confiar en él; le llamaré la atención.
Rubén (analista generación Y): Mony, ¿qué crees? Ayer que no estuviste tuvimos un broncón en una de las sucursales. Me mandaron los pantallazos por Whats, les fui escribiendo qué decir y la libramos.
Cómo descifrar el mapa de cada generación
El trabajo significa algo distinto para cada generación. Es importante entender la visión de cada una para poder comprenderlas a todas y armonizarlas en la oficina.
- El tradicionalista, quien creció con reglas casi militares, emite las órdenes y espera que sean acatadas. En los años cincuenta no existían diferencias generacionales.
- El boomer se rebeló ante esta rigidez. Al ser la generación más grande que ha habido, siempre tuvo mucha competencia, por lo que se siente afortunado de tener un buen reto de trabajo. Es un workaholic.
- El empleado de la generación X, quien creció viendo cómo grandes compañías hacían despidos masivos o quebraban por las crisis en los mercados de valores, es desconfiado por naturaleza. Se protege a sí mismo capacitándose y buscando caminos alternos en su trabajo. Es una generación muy analítica.
- Para la generación Y, el trabajo actual puede ser divertido por un tiempo, siempre que tenga significado o sea parte de algo más grande. Quisieran formar parte del siguiente Google.
Recomendaciones: reconoce y conecta
- Tiende puentes entre generaciones. Buscar que las cuatro generaciones se conecten emocionalmente tiene enormes ventajas al reclutar, retener, administrar y motivar a tu equipo de trabajo.
- Reconoce que ninguno está mal. Solamente pertenecemos a generaciones diferentes.
Fuente: Forbes México