Transforma los requisitos en propuestas de valor y destaca las ventajas de cada plza laboral. Ofrecer un salario emocional da un balance de vida y bienestar psicológico.
Se estima que en Estados Unidos las empresas pierden de 450 a 550 billones de dólares por tener empleados poco comprometidos. Además de los costos en términos de productividad, la rotación de personal genera fuertes inversiones; se calcula que por cada empleado que se va, la organización invierte en promedio 1/5 parte de su salario anual en reemplazarlo.
¿Cómo contrarrestar la rotación de personal e incentivar la productividad y el crecimiento? Invirtiendo en el salario emocional del talento humano.
A pesar de que el salario sigue siendo un factor decisivo para la satisfacción en el trabajo y 73% de los profesionistas mexicanos, de acuerdo con una encuesta realizada por OCCMundial, estaría dispuesto a cambiar de trabajo si les ofrecen una mayor retribución económica, las oportunidades de desarrollo profesional, las prestaciones y el balance entre el trabajo y la vida personal son factores que pesan cada vez más.
En la fuerte competencia por atraer y retener a colaboradores valiosos y motivarlos para ser creativos, los beneficios intangibles son clave para generar satisfacción y compromiso, y con ello resultados de negocio.
Estos beneficios intangibles están diseñados para satisfacer necesidades de tipo profesional, personal y hasta familiar. Los empleados felices son 300% más innovadores (Hardware Business Review) y 33% más productivos (Greenberg & Arawaka); además, la satisfacción laboral tiene un impacto directo en el ausentismo, hasta en 51% (Gallup).
La vocación por favorecer el salario emocional puede hacerse patente desde el reclutamiento de personal. Vender un puesto de trabajo como mercadólogo, transformando los requisitos en propuestas de valor y destacando las ventajas de cada plaza laboral es el primer paso.
Decirle adiós a frases trilladas como “prestaciones superiores a la ley” para señalar abiertamente cuáles son los beneficios, o “buen ambiente de trabajo” al aclarar que se ofrece un servicio de comedor gratuito o una sala de relajación; o “excelentes comisiones” por “comisiones del 15%, más bono de productividad” es una buena alternativa.
Ahora bien, la percepción de salario emocional será distinta de acuerdo con las generaciones. Para los baby boomers, nacidos antes de los 70, un buen retiro, beneficios a la salud y reconocimiento a su experiencia será clave; por ejemplo, seguros y planes de jubilación, y programas de reconocimiento.
Para la Generación X, es decir, aquellos que nacieron entre los años 70 y 80, hablamos de balance entre vida y trabajo, esquemas flexibles de trabajo, al brindarles días libres o la posibilidad de trabajar desde casa; desarrollo profesional y capacitación (no necesariamente relacionada al trabajo), planes de carrera o programas de coaching.
En el caso de los millennials, que se están empezando a incorporar al entorno laboral, pues nacieron entre los 80 y el año 2000, se trata más bien de movilidad, ambientes creativos de trabajo con conectividad y espacios de esparcimiento; transcendencia de roles en la empresa y tiempo para proyectos personales; así como actividades de voluntariado promovidas por la organización.
Una empresa que ofrece salario emocional fomenta el entorno laboral, brinda mayores oportunidades de desarrollo, ofrece un balance de vida y bienestar psicológico. ¿Estás decidido a convertir el empleo en tu empresa en un estilo de vida?
Por: Fernando Calderón
Fuente: www.altonivel.com.mx